Un poco de su historia
La astrología es una ciencia milenaria que se remonta incluso desde antes de la Edad del Hielo, donde los hombres de aquella época ya conocían los períodos lunares y sus efectos en la naturaleza. Mas fue en la Baja Mesopotamia en que los caldeos, aproximadamente en el siglo XI a. C., diseñaron las primeras efemérides y formularon las primeras teorías de la influencia planetaria en la realidad de la naturaleza y los seres humanos. Hasta el momento, los vestigios más antiguos de los que se tiene conocimiento sobre estos avances culturales y científicos datan de mediados del siglo VII a. C., realizados durante el gobierno del rey asirio Asurbanipal.
Es indudable que la astrología antiguamente estaba en estrecha vinculación con la creencia, la fe y la religión, pues el hombre desde épocas remotas veía a los astros como dioses; fue precisamente en Babilonia donde, con una observación constante de los astros se les atribuyó, bajo el nombre de una divinidad, las características humanas y naturales que se incrementaban en concordancia con la influencia ejercida sobre los pueblos y su entorno.
Por ende, fueron los sumos sacerdotes y brujos quienes, a lo largo de la historia de la humanidad, tuvieron el conocimiento de esta milenaria ciencia y lo utilizaban como consejeros en las esferas política, económica y social de las épocas. En Babilonia, la práctica de la astrología en sus inicios fue enfocada exclusivamente a predecir los acontecimientos importantes como el momento de la siembra y cosecha de sus alimentos, las guerras y las inundaciones, entre otros, así como los efectos que tendrían dichos acontecimientos sobre su pueblo y su gobernador. Sólo un tiempo después, se preocuparon por conocer cómo estas influencias afectaban a las personas de forma particular.
Debido a esta poderosa influencia religiosa y divina en la astrología y a pesar de haber traspasado diversas épocas históricas y culturales de la humanidad, durante el siglo XVII con el surgimiento fuerte del pensamiento de la “ciencia pura” o exclusiva a la realidad material, los conocimientos astrológicos fueron descritos como supersticiosos, lo que conllevó a la práctica de la astrología bajo un manto de oscurantismo y al origen de la astronomía, una ciencia que estudia exclusivamente las distancias, magnitudes, masas, mociones, velocidades y ubicaciones de los planetas y otros cuerpos celestes sin considerar su influencia sobre el actuar y la realidad humana.
El conocimiento dejado por las culturas antiguas fue guardado y transmitido de forma oculta en las logias como los templarios, rosacruces, masones y gnósticos, entre otros. Y, aunque la astrología fuese tachada de supersticiosa y sin fundamento alguno, muchos de los grandes científicos y filósofos como Nicolás Copérnico, Johannes Keppler, Paracelso, Gerolamo Cardano e Isaac Newton ayudaron a que este conocimiento no quedase en el olvido y lo enriquecieron con sus investigaciones y aportes.
Sin duda alguna, la astrología como ciencia del conocimiento y saber humano, durante el siglo XX tuvo un resurgimiento fuerte gracias a los aportes realizados por Carl Jung a la psicología, pues contribuyó decisivamente en la difusión de los simbolismos astrológicos. Jung encontró que las imágenes arquetípicas de la mitología antigua se hallaban impresas en los simbolismos astrológicos y que todo ello hace parte de la psique humana y el inconsciente colectivo, el cual sin duda fue realmente un redescubrimiento de uno de los aportes realizados por los babilónicos y un gran avance para la psicología y la astrología modernas.
La astrología es una ciencia, un saber como lo es la psicología, la sociología, la comunicación, la antropología y todas las ciencias denominadas humanas conocidas y aceptadas por las grandes universidades, lo que la hace muy diferente de ser una creencia y nada tiene que ver con la videncia.
En realidad se trata del estudio de la conexión planetaria con la esencia humana y su entorno. De esta forma surgen dos corrientes importantes: la astrología natal que estudia a cada ser humano y su psique de acuerdo con su momento de nacimiento; y la astrología mundana que estudia los fenómenos socioculturales de las diferentes regiones y países.
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