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Fundamentos de la Astrología

Una introducción a su teoría

Es conocido que en la astrología se utiliza un sistema geocéntrico, ya que su objeto de estudio es la influencia de los otros astros sobre la misma tierra y los seres que la habitan. Por esto, al hacer el levantamiento de una carta natal lo que se indica es el aparente movimiento del sol y los otros cuerpos celestes como si se trasladaran alrededor del globo terráqueo; esta es una óptica en la que la tierra constituye el eje central del universo, el cual es visto como una bóveda celeste o una esfera sólida de cristal

A pesar de que este concepto del universo en el que la tierra es el centro de una esfera de cristal y que todos los astros giran entorno suyo está totalmente relegado, aún hoy en día es de vital importancia tanto para la astrología como para la astronomía en el momento de realizar algunos cálculos. Esto se debe a que al ver el universo como una bóveda celeste se logra tener un modelo de referencia para los cálculos de las posiciones astrales sin tener en cuenta las distancias reales que pueden existir entre éstos físicamente. 

Cabe recordar que los cuerpos celestes realmente tienen grandes distancias entre ellos, mas desde la perspectiva terrestre se les puede ver y considerar como grandes grupos de luces, con diferente tamaño y color que dibujan el firmamento; es por esta razón que surgen las mismas constelaciones, las cuales realmente son los grupos de estrellas llamadas fijas, pues su movimiento es extremadamente leve, y se encuentran a una gran distancia años luz entre sí, mas desde la tierra se ven como si estuviesen muy cercanas unas de otras. 

Es por esto que para establecer la ubicación de los cuerpos astrales dentro del mismo universo, se sigue estudiando a éste como una esfera, para lo cual es necesario enlongar y proyectar el Paralelo Ecuatorial terrestre hacia el espacio infinito, lo que da como resultado el denominado ecuador celeste , con el que se divide la bóveda en el Norte y Sur celestes.





De esta misma manera se hace una división con el eje de la tierra, el cual crea el eje celeste , que al prolongarlo revela a los polos Norte, ubicado a un grado de la denominada estrella polar, y Sur celestes. 

Debido a que desde este punto de vista geocéntrico la tierra no realiza movimiento alguno, la rotación real que hace ésta es trasladada a la misma bóveda celeste y los otros astros sobre el eje celeste ; dicho movimiento dura 24 horas ya que se hace referencia a la misma rotación terrestre que conduce a la existencia del día y la noche. Esta forma de observar el movimiento de los astros, significa que la imagen que se puede tener del cosmos varía de acuerdo a la latitud terrestre en la que se observa. 

Así mismo, el movimiento de traslación de la tierra le es atribuido al sol, lo que conlleva a otro término: la eclíptica . Ésta es una línea imaginaria por la que el sol recorre la tierra durante un año; la eclíptica siempre es fija debido a que la trayectoria misma de la tierra alrededor del sol nunca cambia. Dicha línea se encuentra inclinada a 23°27´ del ecuador celeste, aunque en realidad quien está inclinado es el globo terráqueo y a pesar de que verdaderamente es la tierra la que varía en forma gradual su inclinación, variando la posición del ecuador celeste, la eclíptica siempre se encuentra a la misma distancia de éste.



Como puede observarse, la eclíptica hace dos cortes al ecuador celeste. Estos puntos marcan el momento exacto en que se producen los equinoccios , tiempo en el que el día y la noche son exactamente iguales, de lo que deriva su nombre (equi-noccio). 

Los antiguos astrólogos lograron determinar exactamente el día en que ocurre este fenómeno, debido a que en el transcurso de éste la sombra de cualquier objeto sobre una superficie horizontal se proyecta en línea recta de oeste a este. 

Es así como, entre los siglos XI a. C. y VII a. C. los astrólogos ubicaron el grado 0 del equinoccio vernal, llamado también de primavera para el hemisferio norte o de otoño para el hemisferio sur, entre los límites de la constelación de Aries y la constelación de Piscis, y dividieron la eclíptica en 12 partes de 30º cada una, como representación de cada mes calendario, constituyendo un círculo completo de 360º. 

El calendario, ya había sido creado muchos años atrás debido a la necesidad de determinar los momentos más propicios para la siembra y la cosecha de sus frutos y la necesidad de determinar los días festivos en los que se honraba a los dioses; desde épocas antiguas fueron 12 meses los convenidos, número que surgió de la combinación 3*4, lo que simbolizaba la mezcla entre la inteligencia, la comprensión de la sabiduría, la manifestación concreta de una fuerza y el espíritu que encarna por primera vez, por el equilibrio y el dominio perfecto de las leyes que gobiernan a la naturaleza trayendo abundancia y riqueza material.

Por ende, a cada una de estas divisiones se les atribuyó el nombre de las siguientes constelaciones: Aries –siendo el punto de partida en que se ubicaron los 0º el equinoccio vernal-, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis. Constelaciones que originalmente servían para la ubicación de los astros y sus movimientos, pero que actualmente ya no concuerdan debido al fenómeno de la precesión que más adelante se detallará. 
 
 

Así mismo, cabe recordar que dichas constelaciones, sobre las que los signos zodiacales toman su nombre, varían en sus tamaños, los cuales además son difíciles de definir debido a que se mezclan unas con otras, y por ende, no se pueden confundir las constelaciones zodiacales con los signos zodiacales astrológicos. Éstos últimos son espacios exactos de tamaño específico e invariable, es decir 30º, que hacen referencia a zonas imaginarias en la banda que surge desde la eclíptica y su división. 

Los ya denominados signos zodiacales fueron situados en una banda de 17º de ancho, con 8,5º al hemisferio norte y 8,5º al hemisferio sur tomando como punto 0º de partida a la eclíptica, desde la que los planetas se mantienen a una distancia de menos de 7º sea hacia el norte o sur de ésta. Hasta el momento, el único planeta conocido que sobrepasa la banda es Plutón, el cual puede alcanzar una distancia de 12º tanto al norte como al sur de la eclíptica. 


Es así que el primer equinoccio está a 0º de Aries, llamado equinoccio vernal, y se presenta aproximadamente el 21 de marzo de cada año, éste es conocido como equinoccio de primavera, para quienes se encuentran en el hemisferio norte, y equinoccio de otoño, para los que están en el hemisferio sur. De igual manera, el segundo equinoccio está a 0º de Libra y se produce aproximadamente el 22 de septiembre de cada año; durante este equinoccio se marca el otoño del hemisferio norte y la primavera del hemisferio sur.
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Así mismo, se puede observar que existen dos puntos en los que el sol, en su trayectoria, llega a la distancia de los 23º27´ del ecuador celeste, es decir, su máxima elongación. Esta distancia causa como fenómeno los denominados solsticios de verano e invierno. Es por ello que al estar el sol a los 23º27´ de Cáncer en el hemisferio norte se encuentran en verano y son más largos los días que las noches, mientras que en el sur se encuentran en invierno y son más largas las noches que los días. Igualmente, al estar el sol a 23º27´ de Capricornio es el hemisferio sur el que se encuentra en verano y sus días son más largos que las noches, mientras en el norte sucede lo contrario. El término solsticio proviene de la aparente detención del sol en su trayectoria durante dos semanas, es decir que su significado es “sol parado”. Desde la perspectiva heliocéntrica, sin lugar a dudas es la tierra quien alcanza en su trayectoria la máxima elongación.


Como se puede observar, para lograr la ubicación exacta de los cuerpos astrales es necesario conocer la fecha, la hora, el meridiano y el paralelo en el que se produce un acontecimiento específico, sea éste el nacimiento de una persona o alguna situación determinada a nivel sociocultural de un grupo o población específica. 

Por último, falta conocer el surgimiento de las Eras, ya que en la actualidad ha tomado gran relevancia. El auge del tema de la Era de Acuario tiene en vilo a la gran comunidad esotérica y al mundo entero en la espera de grandes acontecimientos. Pero ¿de dónde surge este fenómeno? La respuesta a esta pregunta es relativamente sencilla. En realidad las eras son determinadas por un fenómeno llamado precesión

Desde la perspectiva heliocéntrica, lógicamente comprobada a nivel astronómico, la tierra rota sobre su propio eje; sin embargo, esta rotación se caracteriza también por un cabeceo que realiza el globo terráqueo, cambiando su inclinación gradualmente; este movimiento es causado por una reacción que hace el planeta ante los campos gravitatorios del sol y su propio asteroide, la luna. Este mismo fenómeno visto desde una perspectiva geocéntrica se le atribuye a la bóveda celeste. 


Es aquí donde surge este término: la precesión de la tierra, es decir, que el eje norte del globo terráqueo rota en círculos, mientras que el sur está totalmente fijo, creando un movimiento cónico que hace que el ecuador celeste cambie constante y lentamente sus grados. Este suceso hace que el equinoccio vernal se traslade, de este a oeste, a lo largo del círculo de la eclíptica, por lo tanto va en dirección opuesta a los signos zodiacales. Dicho movimiento, hace que el equinoccio vernal tarde aproximadamente 25.780 años en volver a su posición original, al punto 0º de Aries, lo que en astrología se llama el Gran Año pues el equinoccio vernal ha pasado por absolutamente todos los signos haciendo su revolución completa. 

El paso del equinoccio vernal por cada uno de los signos zodiacales tarda aproximadamente 2.146 años; es en este punto donde se originan las denominadas eras. Actualmente, el punto cero o equinoccio vernal se encuentra entre las constelaciones de Piscis y Acuario y por esta razón se afirma que se está entrando en la Era de Acuario. Sin embargo, no existe una fecha verdaderamente definida debido a que aún no se conoce exactamente el momento en que el equinoccio vernal vuelve a su posición original, al grado 0 de Aries. Estas son fechas aproximadas y no están aún determinadas específicamente. 

La existencia de la precesión es la situación que ha hecho que actualmente los signos zodiacales y las constelaciones que dieron origen al nombre de éstos ya no concuerden dentro del mismo espacio, lo que ha causado una gran discusión entre la comunidad que sigue la astrología y la comunidad de la nueva ciencia, la astronomía; pues ha llevado a muchos astrónomos a afirmar que según la astrología no serían 12 los signos zodiacales sino más, de acuerdo a la cantidad de constelaciones descubiertas o por descubrir, así como que cuando un astrólogo afirma que el sol se encuentra en Escorpio, en realidad éste se encuentra en la constelación de Libra. 

Sin embargo, estas afirmaciones no son exactas ya que como se pudo ver, la astrología toma como punto de partida los 0º del equinoccio vernal, que originalmente los babilónicos situaron entre la constelación de Piscis y la constelación de Aries, junto con la división de la eclíptica en una banda comprendida por 12 espacios de 30º; y que a partir de la utilización de la banda, como modelo de estudio del universo y la precesión del globo terráqueo, los signos y las constelaciones no tienen ya relación alguna, al menos hasta el día en que el equinoccio vernal regrese a su origen, es decir, entre las constelaciones de Piscis y Aries. 

La diferencia radica es en que los astrónomos, a pesar de usar la banda para medir el espacio sideral, toman como punto de referencia a las constelaciones para definir la ubicación de los planetas. Todo astrólogo sabe que cuando un astrónomo dice que el sol se encuentra en libra, es porque está en la constelación de libra y por lo tanto se encuentra en el signo de Virgo.


Acercamiento Histórico de las Eras

Era de
Tauro

Fecha aproximada: 4380 a . C. al 2234 a . C. 

Por esta época en Persia, Caldea, Asiria, Babilonia, Creta, Egipto, entre otras tenían como símbolo de adoración al Toro. 

Diferentes muestras arqueológicas demuestran esta adoración gracias a las pinturas encontradas en cavernas y santuarios, incluso en diferentes puntos de Europa.

Era de
Aries

Fecha aproximada: 2234 a . C. al 88 a . C. 

Aparece la imagen del Carnero como ser divino, el cual reemplaza al Toro. Nace la idea de un pueblo elegido y protegido por Dios. Se dice que Abraham nace en el comienzo de esta Era y que por ello su nombre significa “Hijo del Carnero”. 

Como vestigio de este cambio de divinidad a nivel arqueológico se encuentran: las esculturas asirias, las tumbas de Ur en Caldea, las pinturas en Creta.

Era de
Piscis

Fecha aproximada: 88 a . C. al 2058 d. C.

Es verdaderamente un momento importante, ya que a comienzos de esta Era nace Jesucristo, quien parte la historia de la humanidad por sus enseñanzas. Incluso, el tiempo en años se cuenta antes de Cristo (a.C.) y después de Cristo (d.C.). 

El Mesías escoge como símbolo al Pez, el cual fue utilizado por los primeros cristianos para reconocerse. Esto no sólo se deriva por la historia de la multiplicación de los peces y los panes, sino que también sus apóstoles eran originalmente pescadores.

Era de
Acuario

Fecha aproximada: 2058 d. C al 4204 d.C. 

Hasta el momento existe mucha expectativa por los acontecimientos que el cambio de era puede traer. Sin embargo, se puede vislumbrar el avance vertiginoso de la tecnología y las comunicaciones durante el siglo XX, con las cuales se ha logrado traspasar las barreras limítrofes que apuntan al surgimiento de una comunidad global y la conquista del espacio sideral. Así como el resurgimiento del conocimiento esotérico y la unión de mercados y monedas. Factores que parecen ser los predominantes de esta nueva Era y se han producido en pro de este cambio. 

Cabe recordar que todo este agite puede traer como consecuencia grandes revoluciones sociales y culturales; luchas entre los diferentes grupos, etnias, razas, así como los económicos y políticos. 

Todo ello es muy característico del signo de Acuario y su regente, Urano, los cuales encantan de desarrollar el conocimiento científico y esotérico, el promover nuevas ideas revolucionarias y la creación de grandes grupos.
 

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